La sensación mundial
finalmente está y continuará disponible en los cines de nuestra ciudad durante
esta tercera semana. Indudablemente se trata de esa maravillosa, divertida y
conmovedora obra maestra de la que todos han estado hablando desde inicios de
este año. Tomó bastante tiempo en poder redactar su crítica pero he aquí a su
disposición:
Sin la necesidad de
efectos especiales como Los Vengadores, ni el terrorismo de El Caballero de la
Noche Asciende o la popularidad novelística de Los Juegos del Hambre, la
grandeza de esta producción francesa radica exclusivamente en su fenomenal
trama protagonizada por dos extraordinarios actores extranjeros.
Esta clase de magia
proviene del hilarante e intelectual guion de Olivier Nakache y Éric Toledano. Honestamente,
un mejor modelo para el desarrollo de personajes no pudo haberse creado. Por lo
tanto espero y en el futuro se vuelva en un instrumento a seguir como ha
sucedido con las precuelas de Star Wars, el reinicio de Batman y la imaginación
técnica-musical de El Origen.
La historia se centra
en un señor multimillonario, paralizado desde el cuello hasta las piernas,
quien inesperadamente decide contratar a un joven de los barrios bajos con el
objetivo de servirle como su cuidador personal. Inmediatamente una estupenda
química brota entre ellos y a su vez, alcanzan una especie de armonía que nunca
creyeron pudiera existir entre dos personas opuestas.
La secuencia inicial
es bastante innovadora y de un golpe nos revela el estilo de la película que
vamos a ver. Básicamente esa clase de acciones son las que observamos en igual
simetría con el buen humor. No anticipaba que me la pasaría riendo en casi sus
dos horas de duración, por ende es satisfactorio haber visto un drama con
gracia en lugar de uno melodramático. No me malinterpreten, lágrimas corren
pero dependiendo del grado sentimental.
Aun así suena
demasiado sencillo para ser tan capaz. No obstante, el resultado de verla es
sinónimo de una magnifica experiencia tanto personal como familiar. Debido a su
sorpresiva abundancia de comedia, uno se olvida de sus problemas al instante.
Asimismo se adopta una segunda postura en la vida y se descubre otra forma de
solucionar los problemas o por lo menos llevarlos a cabo si no gozan de solución.
Prevalecen muchas enseñanzas
en este fascinante relato tales como: la presencia de valores, la inteligencia mezclada
con la espontaneidad del humilde, la humanidad en sus distintas personalidades,
la cuestión de los principios, la cultura del país, la convivencia familiar, la
aceptación y la búsqueda por la superación personal. También encontramos la
desesperación, la tragedia y el poderoso miedo. Podría decirse que este drama
esta espectacularmente equilibrado en sentimientos y acciones humanas.
En mayor parte el
guion de los directores es una obra de arte. Se felicita por haberla adaptado
con respeto y haberla transformado en una excelente fuente de conciencia. De
igual forma Toledano y Nakache supieron representar esas palabras de su libreto
e invertirlas en las personalidades de los actores. Cada acción, broma o
diálogo se emplea con una suprema naturalidad que nada parece estar orquestado.
Otros de los elementos
que aportan grandeza son la cinematografía y su musicalización. Se observan los
barrios bajos y las zonas ricas, unos sitios en el campo y lugares artísticos.
Desde otra perspectiva, el lenguaje entrega ese elemento exótico y mezclado con
la música clásica, simplemente le demuestra a México que hay más que sexo,
drogas y corrupción en el mundo del cine.
Podré estar
mencionando las secuencias favoritas pero la mayoría es material clásico sin
excepción. La música y pintura se manejan con sarcasmo y elegancia mas el verdadero
enfoque estelar yace en las actuaciones
principales de Francois Cluzet y Omar Sy. Es más, no me extrañaría verlos
nominados a los Oscares en conjunto con guion, película extranjera y dirección.
De lo contrario, la lluvia de rechazos caerá como sucedió con El Caballero de
la Noche.
Dentro del departamento
de actuación, ambos talentos se complementan con caracterizaciones
monumentales. Cluzet se encuentra en una delicada transición: un serio conservador
que sufre en silencio pero con la llegada de Sy, su extroversión e infinita retornan
a la vida al personaje de Cluzet. La química con su compañero es estupenda y
cada escena la desenvuelven con calidad. Presiento que Hollywood los tendrá en
la mira, sólo es cuestión de enseñarles inglés y verán como brillaran.
En razones
emocionales, Cluzet te conmueve desde el principio, te pone a pensar sobre su
situación y analizas duramente si te pone en ese lugar frágil. Sy no siente vergüenza,
es completamente libre de expresarse y hacer lo que quiera. Baila, come, vacila
y hace reír. Denota preocupación siéndole la búsqueda de aceptación altamente notoria
especialmente hacia su madre.
¿Quién lo hubiera
imaginado? Una película francesa con una recaudación de $ 391 millones en los
territorios foráneos omitiendo los $ 10 millones en la taquilla Estadounidense.
Oficialmente permanece como la película más taquilla afuera del suelo americano.
Sin embargo, Hollywood tiene en mente en dirigir una versión americana con
Colin Firth como el inmóvil y entre Chris Rock, Jamie Foxx e Idris Elba.
Lo anterior lo encuentro destinado a un terrible
fracaso comercial ya que es innecesario. Para que la versión original francesa
haya generado este impacto mundial, el nuevo equipo tiene mucho por superar y
no creo que los estereotipos ayuden. Firth es ganador del Oscar y un fino actor
pero le veo duro superar a Cluzet. En cuanto a Sy, es una misión todavía más
imposible, Rock es vulgar, Foxx es demasiado popular y Elba tiene
probabilidades pero no le veo un perfil certero.
Ya veremos que dice
el futuro, entretanto me une a los miles que han estado recomendando esta obra
de maestra de:
No hay comentarios:
Publicar un comentario