Pese a mantener la esencia, Gru sigue permaneciendo como un agente del
bien al lado de su esposa Lucy que después de haber fracasado en atrapar al
legendario Balthazar, es llamado por su hermano gemelo con el propósito de
revivir sus viejos días de villano mientras que a su vez, los Minions se
encuentran en una cruzada por reencontrar su propósito.
Así cómo lo pueden estar leyendo, la tercera entrega tiene muchas
cosas sucediendo a la vez: Lucy tratando de conectar con las hijas de Gru, Gru
lidiando con su hermano gemelo, las niñas con sus propios problemas, los
Minions como renegados y un ex actor tratando de vivir a su legado al atacar
Hollywood.
Ni idea de cómo el guión de Cinco Paul y Ken Daurio no se perdió dentro
de esta saturación de sucesos cuya única debilidad fue no haber profundizado en
sus temáticas principales como lo hicieron las primeras dos, más que nada la
primera. Gru es oficialmente un chico bueno por lo que toda pista de volver a
sus malos caminos no va a suceder. Para ello, fue inteligente haber creado a un
gemelo “malvado”
Ciertamente es una animación dirigida a los niños donde la fantasía lo
valida todo. Así que no me meteré con su historia, sólo me limitaré a decir que
te saca un par de risas gracias al correcto uso de los Minions y a la nostalgia
musical por esa gran referencia a los ochentas donde creo que es el villano donde
luce y reluce en sus escenas.
Efectivamente pequeñas dosis de Minions entre segmentos son más que
suficientes para hacernos nuestro día porque en terrible contraste con su
propia adaptación, aún recuerdo la gran desesperación por querer marcharme del
cine. En cuanto a Gru y Dru, su interacción se sintió genuina gracias a las
sencillas diferencias en la interpretación del actor.
El doblaje de Andrés Bustamante sigue siendo adecuado y aunque no soy
fan de Andrea Legarreta, estuvo mejor que Talia. Creo que la revelación aquí
fue Jay de la Cueva porque cómo vengo diciendo, el contexto y estilo musical de
este villano resultó tanto divertido como nostálgico. De ahí en fuera, no puedo
evitar sentir que las niñas y la abuela fueron desaprovechadas.
Siendo la tercera pero realmente la cuarta, esta franquicia parece
estar perdiendo su toque ante la falta de una evidente dirección creativa
tomando en cuenta su narrativa conglomerada de acciones sacadas de la manga. A pesar
de ello, es una buena excusa para pasar un buen rato en familia o con los
amigos.
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