En un esfuerzo por reducir el acelerado crimen en África del Sur, las
fuerzas policiacas compran Robots Armados de la Manufacturera Tetravaal
lográndose así desacelerar el vandalismo. En base a este logro, el ingeniero Dean
Wilson se pone a la merced de sus enemigos al verse forzado a entregar su
prototipo de inteligencia artificial a cambio de su vida.
Desafortunadamente Chappie es un intento fallido por entregarnos una
franquicia innovadora en el género de ciencia ficción. Menciono franquicia
porque el director la tenía contemplado como una trilogía, lo cual me preocupa
por Alien 5. Además de que sigue sin entregarnos la tan necesaria secuela a
Distrito 9, esperemos y dejar las cosas a medias no se vuelva su estilo.
En sí parece una mezcla entre Dredd, Robocop, Trascendencia y Hombre
Bicentenario. Con estas menciones uno podría darse una noción de las temáticas
a las cuales se nos bombardean con ligereza ya que el desarrollo de personajes
es lo peor que le pudo suceder a este mal escrito guión de Neill Blomkamp.
Me sorprende que Simon Kinberg (X-Men: Días del Futuro Pasado, Star
Wars Rebels) haya decidido producírselo. Tal parece, nunca leyó el material. A
duras penas se vuelve tolerable, de hecho en cuestiones de acción está
limitada. Visualmente es inferior a Distrito 9 mientras cinematográficamente no
cautiva como Elysium.
¿En qué pensaba Neill Blomkamp? Ni idea ¿Cuál fue el sentido de este
desastre fílmico? Uno espera que la dirección se componga en el intermedio más
nunca sucede por su escasez narrativa. La chispa se enciende hasta el desenlace
con algunas secuencias a la Transformers 4,
pero dada la predictibilidad encaminada, el tiempo transcurrido y su
debilitado contexto, nos es indiferente.
Es una lástima porque Hugh Jackman nos entrega un gran antagónico,
aunque nunca llegamos a apreciarlo como tal por el exceso de antipatía en el
resto de sus compañeros. Jackman es desaprovechado. Cero desarrollo de su personaje.
Si no me equivoco, sólo aparece media hora en pantalla. Ni se diga de Sigourney Weaver, diez minutos
a lo mucho.
La inesperada sorpresa es que Dev Patel nunca se consolida como el
protagonista; en su lugar es Sharlto Copley en la voz y movimientos de Chappie
quien en compañía de Ninja, Yolandi y José Pablo Cantillo, se tornan en un
dolor de cabeza. Un terrible elenco no cabe la menor duda, ni ellos mismos se
creen sus roles estereotipados.
¿Acaso a estas personas debemos aplaudir? No lo creo. Sin una
coherencia, una estructura desequilibrada y una confusa línea entre el bien y
el mal, esta adaptación no se recomienda para los niños porque fijara malas
conductas. De por sí, la naturaleza humana se presenta desde sus fases más
oscuras impulsadas por las mentiras y la violencia.
Las menciones de los buenos valores salen sobrando porque en
conclusión, nunca entendemos del todo la moraleja. Sin un personaje que
verdaderamente nos importante bajo una trama antipática, Chappie sería la peor
elección si decides ir al cine.
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